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¿Eres un gran amante del vino?, ¿quieres aprender un poco más sobre los vinos más conocidos y degustados en nuestro país? El Rioja y el Ribera del Duero son probablemente los vinos tintos más populares en España. Seguramente, te ofrecerán ambas alternativas en cantidad de restaurantes e incluso presenciarás debates sobre las preferencias personales, pues hay fanáticos de cada uno de ellos.

Lo cierto es que ambos son de una calidad excelente y han obtenido sus prestigiosas denominaciones de origen con mucha razón. Por eso mismo, no hay que hacerlos competir entre sí, pues pueden convivir en armonía para degustarlos cada cual en la ocasión más conveniente.

Para ello, es fundamental conocer sus características y diferencias. Esto es primordial para distinguirlos entre sí y también para decidir cuál va a maridar mejor con cada plato o aperitivo. En este artículo te ayudamos a identificarlos y a conocerlos un poco mejor. A partir de ahí, tú decides tu favorito.

Vinos Rioja: características básicas

Los vinos de la Rioja son aquellos que tienen Denominación de Origen Calificada Rioja. Suelen producirse precisamente en esta zona, aunque también se dan de una forma más excepcional en algunos puntos de Navarra, Castilla y León y País Vasco.

Uno de los aspectos que más definen el vino es el tipo de uva que se emplea para su elaboración, y en este caso hablamos de una variante tempranillo. Se escoge entre las de mejor calidad en todo el continente y a menudo se mezcla con uva de Garnacha. Se trata de vinos tintos que son jóvenes y que reposan en barricas de roble hasta su distribución.

Destaca por presentar un estilo afrutado con toques de regaliz y de chocolate. Se caracteriza por su colorido rojo intenso y por combinar muy bien con diferentes platos de comida, por lo que resulta versátil para el día a día.

Características de los vinos de Ribera del Duero

Los vinos de Ribera del Duero reciben este nombre cuando son elaborados bajo los preceptos que marca la Denominación de Origen, algo que ocurre también con el Rioja y con todos los productos que la ostentan.

Se elaboran con un porcentaje muy elevado de uva tempranillo en prácticamente todas sus variantes, indistintamente de que la producción sea de tinto o de rosado. Después, en el caso de estos vinos, encontramos variaciones en la receta final, pues se puede completar con uvas Cabernet, Merlot y Malbec.

Descansa comúnmente en barricas de roble francés nuevo, que da un toque noble e intenso al sabor final. También es muy afrutado, recordando a las frutas negras del bosque, y esto lo convierte en el acompañamiento perfecto para carnes, pucheros y platos con cierta presencia.

Diferencia entre Rioja y Ribera del Duero

Habrás podido comprobar que ambos vinos tienen muchas cualidades en común y de ahí la confusión que puede existir para apreciar sus identidades o diferencias. Se trata de vinos tintos deliciosos, basados en uvas tempranillo y que cogen su característico aroma reposando en barriles en roble. De hecho, en sitios especializados como La Cave Gillet puedes encontrar ejemplares de las dos denominaciones de origen y tener diferentes variantes para cada ocasión.

Sin embargo, hay aspectos que los delatan y que hacen resaltar sus diferencias. Son sutiles cambios en la producción y los ingredientes que los convierten en productos con sabores o aromas variados, con sellos de identidad muy propios. Aquí te mostramos aquellas distinciones más destacadas que te ayudarán a reconocerlos. No los confundirás nunca más y sabrás cuál tendrás que pedir en cada ocasión que se te presente.

Las uvas principales

Lo cierto es que ambos vinos se suelen elaborar con uvas de tempranillo, sin embargo, para hacer un Rioja es posible emplear cualquiera de las que están permitidas para los tintos. El Ribera del Duero solo puede tener tal Denominación de Origen cuando se emplean estas variantes. Por lo tanto, encontrarás una mayor gama de sabores en las versiones de Rioja.

Las otras uvas

Las uvas secundarias con las que se elabora la mezcla principal tienen mucha responsabilidad en el sabor final de un producto como el vino, por lo que esto marca una gran diferencia entre ellos. Recordemos que el Rioja se mezcla habitualmente con Garnacha mientras que el Ribera del Duero lo hace con otras variantes como Merlot.

Los barriles de roble

Los vinos toman su cuerpo y sabor cuando se mantienen durante un tiempo en los barriles de madera y ambas variantes apuestan por el roble para este proceso. Sin embargo, el Ribera del Duero se decanta por un roble francés, mientras que el Rioja lo hace con el americano.

El maridaje

El maridaje es una de las diferencias importantes que se deben conocer, ya que es lo que te ofrece la posibilidad de escoger la marca más apropiada según el plato que vas a degustar. De esta forma, la mezcla de sabores será brillante y sacarás el máximo partido de cada producto. El Rioja es un vino bastante fresco que puede maridar muy bien con todo tipo de comida de diario, incluso va bien con los pescados azules, para los que suele emplearse en su mayoría el blanco. El Ribera del Duero es más intenso, por lo que será una mejor elección para combinar con las carnes, los asados o los platos que son generalmente más contundentes.

La graduación

La graduación también es algo que conviene tomar en cuenta antes de apostar por un vino y otro, pues nos convendrá tener esta información para los momentos en los que después queremos conducir o podemos dejarnos llevar un poco más. En el Rioja encontrarás una graduación inferior, pues hay un clima más lluvioso y nublado en estas zonas.