Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Adentrarse en el universo del sake japonés permite descubrir una bebida emblemática llena de tradición y matices únicos. Este texto profundiza en la relevancia del proceso de pulido del arroz, un paso esencial para obtener diferentes calidades de sake, y en las variadas opciones disponibles que reflejan su riqueza cultural y sensorial.

Elaboración del sake

El pulido del arroz es un paso crucial y determinante en la creación del sake japonés auténtico. Este proceso influye directamente en las características sensoriales y en la calidad final de la bebida.

La técnica conocida como “seimai” se centra en retirar las capas exteriores del grano de arroz. Estas capas contienen altas concentraciones de proteínas y lípidos que pueden aportar sabores no deseados y afectar la textura del sake. Al removerlas, se expone el núcleo del arroz, compuesto mayoritariamente de almidón, que es esencial para una fermentación pura y para lograr un sake refinado y equilibrado.

El nivel de pulido se mide en porcentajes que reflejan cuánto grano permanece después del proceso. Por ejemplo, un porcentaje del 60% indica que se ha eliminado el 40% del grano original. Este grado de pulido impacta directamente en el perfil de sabor. Un mayor pulido resulta en un sake más suave y aromático, mientras que uno con menor pulido conserva notas más intensas y terrosas.

Variedades como “Ginjo” o “Daiginjo” requieren niveles específicos de pulido para cumplir con sus estándares. Este proceso exige gran precisión, ya que realizarlo con demasiada rapidez puede calentar los granos y dañarlos. Aunque la tecnología moderna facilita este trabajo, muchos maestros cerveceros siguen confiando en técnicas tradicionales, considerándolas fundamentales para preservar la esencia artesanal del sake.

Cada tipo de arroz utilizado presenta propiedades únicas que determinan el nivel ideal de pulido necesario para maximizar su almidón. Esto también influye en las demás etapas, como la cocción y la fermentación, pero el pulido es el factor que define el estilo del sake resultante. Sin este paso meticuloso, la diversidad y calidad del nihonshu no serían posibles.

Principales tipos de sake

Como podemos ver en https://www.salvioni-alomar.com/ actualmente hay una amplia variedad de tipos de sake entre los que elegir. Gracias a esa variedad es más fácil encontrar la bebida que realmente nos interesa según el momento del día. Lo importante es comprar calidad y sake de importación japonesa para poder disfrutar de una buena experiencia japonesa. Por ese motivo, te recomiendo visitar el catálogo de Salvioni Alomar para que te sea más fácil encontrar el tipo de sake y marca que te interesa. En cada variedad informan de sus características para que la decisión sea más fácil.

Junmai

El término Junmai se refiere al sake en su forma más auténtica, elaborado exclusivamente con arroz, agua, levadura y koji, sin añadir alcohol. Tras la Segunda Guerra Mundial, la escasez de arroz llevó a Japón a permitir la incorporación de alcohol destilado al sake, con el propósito de incrementar su producción. Esta práctica todavía sigue en pie, aunque muchas veces afecta la calidad de la bebida. La normativa permite que hasta un cuarto del contenido del sake incluya este alcohol añadido, lo que en ocasiones llega a duplicar o triplicar el volumen inicial en productos llamados “Futsushu” o “Sanzoshu”.

Aunque algunos productores utilizan esta práctica para innovar, creando sakes interesantes y accesibles, los Junmai conservan su fidelidad a las tradiciones ancestrales. Su sabor proviene únicamente de la fermentación del arroz, lo que les otorga una riqueza única y una autenticidad que enamora a quienes buscan una experiencia más pura.

Genshu

Un Genshu se caracteriza por embotellarse directamente de la barrica, sin ningún proceso de dilución. Este tipo de sake ofrece un perfil robusto con un nivel alcohólico más elevado, resaltando un sabor intenso y su carácter sin artificios. Es ideal para quienes desean explorar la fuerza natural de esta bebida japonesa.

Ginjo y Daiginjo

Estos dos nombres representan el nivel de refinamiento aplicado al arroz durante su pulido. Ginjo indica que los granos han sido pulidos hasta al menos un 60%, mientras que Daiginjo va más allá, eliminando aún más las capas externas para un sake sumamente delicado. Aunque el resultado se refleja en sabores más suaves y menos amargos, este mayor refinamiento también incrementa los costos de producción, ya que se necesita una mayor cantidad de arroz para obtener la misma cantidad de sake.

Honjozo

El sake Honjozo incluye una pequeña proporción de alcohol añadido, lo que amplifica sus aromas y aporta una textura más ligera. Estos sakes deben cumplir con un estándar mínimo de refinamiento, utilizando arroz con al menos un 70% de pulido, lo que los convierte en una opción de gran calidad sin comprometer el precio.

Nigori y Namasaké

El Nigori y el Namasaké son opciones especiales dentro del mundo del sake. El primero apenas se filtra, conservando restos de arroz y koji que le confieren una textura opaca y cremosa. Por su parte, el Namasaké no pasa por procesos de pasteurización, lo que le permite conservar un sabor fresco y natural. Estas variedades suelen ser más dulces, con notas que recuerdan al yogur, y suelen servirse frías, aportando una experiencia única al paladar.

Tokubetsu

El término Tokubetsu, que significa “especial”, agrupa sakes Junmai o Honjozo que reciben un tratamiento único durante su producción. Esto puede incluir un pulido más intenso del arroz o un proceso fermentativo particular, logrando así sakes excepcionales que destacan por su singularidad.

Koshu

Mientras que el envejecimiento de vinos es común en Occidente, esta práctica es menos frecuente en Japón debido a los desafíos de mantener la calidad del sake con el tiempo. Sin embargo, algunos productores han adoptado este enfoque, elaborando sakes llamados Koshu, diseñados específicamente para madurar. Estas bebidas suelen tener un sabor más complejo, con características que se alejan del sake fresco tradicional. Una variante interesante es el Taru, añejado en barricas de cedro que impregnan el nihonshu con un sutil toque amaderado.

Elaborar un buen sake es un proceso minucioso que combina arte y tradición. Desde el pulido del arroz hasta el embotellado, cada etapa define la personalidad del producto final. Independientemente de si prefieres la intensidad de un Genshu, la suavidad de un Ginjo, o el sabor distintivo de un Koshu añejo, cada tipo de sake te sumerge en la rica herencia cultural de Japón. La experiencia se amplifica aún más si decides explorar diferentes variedades en sets de degustación diseñados para comprender mejor las complejidades del nihonshu.