Ahora que llega el buen tiempo, cada vez son más las personas que quieren salir a la calle para disfrutar del sol. Pero a la hora de disfrutar del sol siempre tenemos que hacerlo con protección. Tenemos que crear una barrera de protección para que nuestra piel no sufra con la exposición y eso puede traducirse en problemas de salud.
Tomar el sol puede ser bueno, pero con productos de protección de calidad y además siempre con moderación. Nunca hay que cometer el error de estar muchas horas. Por ese motivo, hoy puede ser un buen día para comprar productos de protección para la piel. Así disfrutarás del sol, mientras que la misma no sufrirá tanto. Dicho esto, pasamos a mostrarte las principales diferencias entre crema y leche solar.
Principales diferencias entre leche solar y crema solar
Ahora te vamos a mostrar algunas diferencias entre los dos productos para que puedas ver qué opción encaja mejor con lo que buscas.
- Textura: cuando hablamos de crema solar, rápidamente nos damos cuenta de que su textura es espesa y densa. Eso se nota con facilidad al tacto. Debido a esa textura, la crema tarda más tiempo en expandirse por la piel, es decir, la aplicación es un poco más lenta. En cambio, la leche solar suele ser más fluida y líquida. Eso facilita la extensión por la piel. Además, los productos de calidad no suelen crear la sensación de grasa, de aquí que muchas personas suelen optar por la leche frente a la crema.
- Composición: realmente no hay muchas diferencias en su composición. El objetivo es proteger la piel, por lo que los componentes suelen ser muy parecidos. Las grandes diferencias las encontramos en las marcas. Independientemente de la opción elegida, lo realmente importante es elegir siempre un producto que cuente con unos buenos filtros físicos y químicos. Así conseguirás que los rayos UV se reflejen y no dañen tanto a la piel. Para ver si un producto es bueno o no te invito a leer detenidamente su composición. Así sabrás qué opción encaja mejor con lo que buscas.
- FPS: es el factor de protección solar. A la hora de comprar una crema o leche solar podrás darte cuenta de que siempre va acompañado de un número y las siglas FPS. El número nos indica siempre el grado de protección que vamos a obtener si aplicamos el producto sobre la piel. Los FPS más comunes suelen ser 30 y 50, pero hay otros. Si realmente quieres disfrutar de una buena protección, independientemente de la opción elegida, te recomiendo apostar por los 50FPS. Así tendrás la mayor protección frente a los rayos del sol.
¿Qué opción es mejor?
Tras conocer las pequeñas diferencias entre los dos productos, es el momento de quedarnos con uno.
La crema solar puede ser una buena opción si tienes una piel sensible o seca. Eso se debe a que tiene un mayor grado de protección y en consecuencia la piel quedará mucho mejor. En cambio, si tienes una piel grasa, la crema no será la mejor opción porque siempre tendrás sensación grasosa.
La leche solar suele ser una opción más interesante para las personas que tienen una piel normal o mixta. Eso se debe a que es un producto más ligero y el poder de absorción suele ser más alto. Además, la aplicación suele ser más rápida, de aquí que en muchas ocasiones sea la opción más adecuada para los niños que tienen prisa para ir a jugar.
Es importante que sepas que hay productos que ya son resistentes al agua. Estos pueden ser una buena opción si tienes en mente darte un baño en la piscina o la playa. Por supuesto, en el agua parte de la protección se pierde, es decir, se recomienda realizar una nueva protección después de cada baño o de X horas. Todo vendrá bien explicado en la parte trasera del producto. Es importante leerlo para usarlo correctamente y en consecuencia conseguir la protección que buscamos.
¿Cuándo debo protegerme del sol?
Todavía son muchas las personas que piensan que protegerse del sol solo es necesario cuando vamos a la piscina, playa o río. Pero no es así, siempre deberíamos proteger nuestra piel del sol para evitar que el mismo nos dañe la salud de la piel. Cuando vamos a dar una vuelta y vamos a estar mucho tiempo al sol, siempre deberíamos disfrutar de una buena protección solar.
Por ese motivo, tenemos que quitarnos la idea de la cabeza de que solo necesitamos protector solar cuando vamos de vacaciones o a la piscina. La realidad es muy distinta, la protección la deberíamos disfrutar durante todo el año. Y es que, aunque en ocasiones no seamos conscientes, la piel sufre mucho cuando está expuesta al sol durante mucho tiempo.
Por otra parte, incluso cuando usamos protector solar siempre tenemos que tener cuidado con los tiempos de exposición. Una cosa es proteger nuestra piel y otra es pasar horas al sol. Eso puede pasarnos factura en forma de quemaduras o problemas en la piel. Para evitarlo, no pases demasiado tiempo al sol. De igual manera podrás conseguir el moreno que buscas, pero a cambio la piel no sufrirá tanto.