Los problemas de sordera e hipoacusia son bastante más comunes de lo que la gente piensa, puesto que hablamos de una de las deficiencias más extendidas por toda la población. La diferencia es que, al no poder apreciarse visualmente, estos pasan muy desapercibidos, pero lo cierto es que resulta más fácil de lo que parece sufrir hipoacusia y sordera.
Aunque, generalmente, se utilizan los términos de sordera e hipoacusia indistintamente, la realidad es que no significan lo mismo. De la misma forma que sucede con los verbos oír y escuchar, que tampoco tienen el mismo matiz, existe una importante diferenciación entre ambos, ya que la sordera será más leve o más grave al asociarse al tipo y al grado de pérdida de audición.
Para ello, a continuación, te explicamos cuál es la diferencia entre la sordera y la hipoacusia y cuáles son las causas, características y tratamientos de cada una de estas para que puedas referirte a cada una como corresponde.
¿Qué es la hipoacusia?
Tanto la sordera como la hipoacusia se entienden como una pérdida de audición o dificultad para escuchar los sonidos que nos rodean y, por lo tanto, una atrofia de este sentido. Si atendemos a las características más comunes de la hipoacusia, tenemos que mencionar que esta se manifiesta como la incapacidad parcial para escuchar un sonido, tanto en un oído como en ambos.
Para ello, los síntomas más comunes de la hipoacusia son los siguientes:
- La distorsión de sonidos, hasta el punto de que algunos de ellos pueden resultar demasiado estridentes o fuertes en uno o ambos sonidos.
- La dificultad para escuchar las voces femeninas sobre las masculinas, en especial, debido al tono y a las frecuencias del espectro auditivo de estas.
- La mayoría de las voces que se escuchan suenan mal articuladas en una forma similar a él habla entre dientes.
- Existe una dificultad para seguir estas conversaciones; sobre todo, cuando más de una persona habla al mismo tiempo y para escuchar con claridad en ambientes bastante ruidosos.
- Es costoso diferenciar muchos sonidos agudos entre sí, por lo que al final todos estos terminan por difuminarse y es muy complejo entender lo que se dice.
- También es posible sufrir algún tipo de mareo o desequilibrio como consecuencia de estos síntomas agudos.
- Existen en ocasiones también ruidos, zumbidos y presión en el oído.
De esta forma, generalmente, se entiende la hipoacusia como una pérdida de audición moderada en comparación con la sordera. Hablamos de que dicha pérdida de audición suele situarse en el espectro entre aproximadamente los 40 y los 70 dB. Como hemos observado, aunque este tipo de deficiencia puede perjudicar a la hora de entender conversaciones, sí que permite escuchar los sonidos que nos rodean.
Tratamiento para la hipoacusia
Ahora que ya entendemos qué es la hipoacusia y cuáles son los síntomas de las características más habituales que sufren las personas con este tipo de pérdida auditiva, hay que entender que existe tratamiento para este tipo de pérdida de audición leve o moderada.
Como norma general, se puede compensar esta falta de escucha con la utilización de audífonos, los cuales, a día de hoy, están muy bien logrados y utilizan tecnologías muy avanzadas que permiten a las personas con problemas de hipoacusia que logren mejorar su capacidad auditiva.
A la hora de determinar cuál es la pérdida de audición, en este caso y, sobre todo, qué tipo de audífono va a ser más adecuado para ti, lo único que puedes hacer es acudir a un profesional para que este te ayude a encontrar la solución perfecta en función a tu caso.
Para ello, generalmente suele realizarse una prueba de audiometría, ya que esta, a través de un gráfico, proporciona todo tipo de información detallada en referencia a la capacidad auditiva. Esta prueba la lleva a cabo un audioprotesista, que efectúa distintas pruebas que determinarán el grado y el tipo de pérdida de audición.
Para ello, hay que entender que el umbral normal y general de audición suele encontrarse entre los 0 y los 25 dB, pero en el caso de que notes alguno de los síntomas que hemos mencionado arriba, es posible que sufras de hipoacusia. Por ello, te recomendamos que acudas a profesionales, como audioguia.info, que se encargarán de realizar esta prueba que hemos comentado y que, por lo tanto, podrán determinar si tienes algún tipo de pérdida auditiva y conseguirán asesorarte para que encuentres la solución con la que te sientas más cómodo.
¿Qué es la sordera?
A diferencia de lo que sucede con la hipoacusia que ya hemos explicado, la sordera hace referencia a una pérdida de audición elevada y, por lo tanto, más severa que la hipoacusia. Así pues, la sordera, generalmente, se entiende como una pérdida de audición profunda que impide escuchar prácticamente por completo las voces humanas y los sonidos que nos rodean.
Como consecuencia de esto, en el día a día la sordera inhabilita casi por completo a las personas a la hora de efectuar muchas de las tareas diarias y, por lo tanto, también suele relacionarse de forma directa con otros problemas del habla y de la comunicación. Así que, como puedes observar, hablamos de una afección mucho más grave que la hipoacusia.
Con todo esto claro, pese a que la sordera es un tipo de pérdida de audición muchísimo más grave que la hipoacusia, tampoco se define de forma real la pérdida de auditiva completa con ese término, puesto que cuando hacemos referencia a una sordera absoluta tenemos que referirnos a ella con el término de anacusia.
De esta forma, las causas más habituales para padecer sordera, independientemente de los grados, son los siguientes:
- Existe la sordera congénita, si esta se da directamente desde el momento del nacimiento, ya sea o bien de forma hereditaria o por algún tipo de complicación durante el embarazo o el parto. El grado de sordera puede variar en este caso.
- Durante la edad infantil, adolescente y adulta es posible también desarrollar cualquier tipo de sordera por distintas infecciones crónicas del oído: por otitis o por otras enfermedades infecciosas.
- El envejecimiento es otro de los factores más comunes que lleva a muchas personas a padecer sordera, como ya hemos dicho, en grados mayores o menores.
- También se dan muchos casos de sordera leve o aguda por distintas obstrucciones del conducto auditivo o por exposición excesiva a distintos ruidos determinados que terminan por dañar el pabellón auditivo, el tímpano y otros de los componentes del oído interno.
Cabe mencionar que existen diversas formas de prevenir algunos de estos casos, como, por ejemplo, es posible vacunar a los niños contra distintas enfermedades que pueden producir sordera a la larga.
También es recomendable evitar la exposición a ruidos demasiados fuertes de forma constante y evitar el uso de algunos medicamentos que pueden perjudicar a la audición. Igualmente, realizar pruebas de detección de otitis y pruebas de audición de vez en cuando pueda ayudar a prevenir asimismo estos síntomas y, en especial, su agravamiento.
Tratamiento para la sordera
Si hablamos de cuál es el tratamiento para la sordera, lo cierto es que en función al tipo de grado que exista de esta hablaremos de distintas soluciones. En los casos más leves de sordera es posible utilizar cualquier tipo de audífono que nos ayude a recuperar esta claridad en los sonidos, pero, por el contrario, si hacemos referencia a otros casos más graves tenemos que tratar otras soluciones más permanentes.
Generalmente, para tratar la sordera grave existen los implantes cocleares y los implantes osteointegrados. La principal diferencia entre ambos es que el coclear suele utilizarse para aquellas personas cuya sordera se relaciona directamente con daño en la cóclea y, por otro lado, el implante osteointegrado está diseñado para las personas que sufren una pérdida de audición conductiva, neurosensorial o mixta.
Dependiendo de la gravedad, existen otros casos en los que es posible incluso combinar diversos tratamientos y otros en los que, incluso con estos, la persona no será capaz de recuperar el total de la escucha. Aun así, lo más recomendable es tratar cada caso de forma independiente y acudir a un especialista para que este determine cuál es la mejor solución para la sordera que tú tengas.
¿Cuál es la diferencia entre sordera e hipoacusia?
Ahora que ya has descubierto las características y los síntomas más habituales de la sordera y de la hipoacusia, es posible que ya entiendas que la diferencia principal entre estas dos afecciones es el grado de pérdida auditiva.
De esta forma, mientras que la hipoacusia se entiende como una pérdida de audición leve y moderada, situada por debajo de los 70 dB; por el contrario, la sordera hace referencia a un umbral más elevado de pérdida de audición y, por lo tanto, se entiende como una pérdida auditiva profunda que les impide a los afectados oír o interpretar los sonidos que se encuentren por debajo de los 100 dB.
La sordera, en muchas ocasiones también, viene asociada a otros problemas de lenguaje y, como consecuencia directa, de comunicación; por lo que hablamos de una deficiencia muchísimo más grave y que interfiere directamente en la realización normal de la vida de las personas que la sufren.
Por ello, la hipoacusia suele tratarse de una forma simple con audífonos; mientras que la sordera, en ocasiones, conlleva otros tratamientos más severos, aunque también puede solucionarse con algunos audífonos más específicos.