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La pérdida de un diente no solo altera la apariencia de la sonrisa, sino que también afecta la funcionalidad de la boca y la salud bucodental en general. Para resolver este problema, existen diversas soluciones, siendo los implantes y los puentes dentales las más recomendadas. 

Aunque ambas opciones permiten reemplazar los dientes perdidos, se diferencian en aspectos como el procedimiento, la durabilidad, el coste y los beneficios a largo plazo. En este artículo te mostramos las características de cada una para ayudarte a tomar la mejor decisión.

¿Qué es un implante dental?

Un implante dental es una raíz artificial hecha de titanio o zirconio que se coloca en el hueso maxilar o mandibular para sustituir la raíz de un diente perdido. Su objetivo es proporcionar una base firme para una corona que replica la forma y el color del diente natural.

El proceso de colocación de un implante consta de varias etapas. Primero, se inserta el implante en el hueso. Luego, sigue un periodo de osteointegración, en el cual el implante se fusiona con el hueso. Finalmente, se coloca la corona definitiva, completando el tratamiento.

Este procedimiento, aunque largo, brinda una solución estable y estética para los dientes perdidos. Es altamente efectivo, ya que ofrece una alternativa duradera y funcional que imita de manera precisa un diente natural. Centros especializados en implantología como la clínica Calma Dental garantizan un tratamiento con tecnología avanzada y una atención personalizada para asegurar los mejores resultados y una experiencia satisfactoria para los pacientes. Si quieres más información, en https://clinicadentalcalma.com/services/implantologia/ podrás encontrar todo lo que ofrecen en esa clínica. Así te darás cuenta de que realmente es una gran opción.

¿Qué es un puente dental?

Un puente dental es una prótesis fija diseñada para reemplazar uno o varios dientes que faltan. Está compuesto por piezas dentales artificiales que se sostienen sobre los dientes contiguos, conocidos como pilares, los cuales sirven de apoyo estructural.

Para su colocación, es necesario tallar los dientes vecinos, lo que conlleva la pérdida de una parte del esmalte y de la estructura dental sana. Este procedimiento permite que el puente se ajuste de forma segura y estable.

Los materiales más comunes en su fabricación incluyen la porcelana, la cerámica y el zirconio. Estos ofrecen una buena durabilidad y un resultado estético natural, siendo una alternativa efectiva tanto a corto como a medio plazo para recuperar la funcionalidad y la apariencia de la dentadura.

¿Qué diferencias hay entre implante y puente?

A simple vista, tanto los implantes dentales como los puentes pueden parecer soluciones equivalentes para reemplazar dientes perdidos. Sin embargo, existen diferencias importantes que conviene considerar antes de tomar una decisión. Uno de los aspectos clave es la conservación de los dientes naturales. Los implantes no requieren alterar los dientes vecinos, lo que permite mantener su estructura intacta. En cambio, para colocar un puente es necesario tallar los dientes adyacentes, lo que puede debilitarlos con el tiempo.

Otro factor determinante es la salud del hueso maxilar. Los implantes dentales estimulan el hueso, como lo haría una raíz natural, lo que ayuda a prevenir su reabsorción. Los puentes, al no estar anclados al hueso, no aportan este beneficio, por lo que es más probable que se produzca pérdida ósea con el paso de los años. Esto puede afectar tanto a la estética como a la estabilidad de la mandíbula.

En cuanto a durabilidad, los implantes pueden mantenerse en buen estado durante más de dos décadas, siempre que se sigan hábitos adecuados de higiene y se acuda a revisiones periódicas. Por el contrario, los puentes tienen una vida útil media de entre 10 y 15 años, lo que implica posibles reemplazos. Esta diferencia convierte al implante en una solución más estable y duradera en el tiempo.

Respecto al tratamiento, los puentes dentales pueden colocarse en unas pocas semanas, siendo una opción más rápida para quienes buscan una solución inmediata. Por su parte, los implantes requieren un proceso más largo debido a la osteointegración, que puede llevar varios meses. Esto los hace menos ágiles, pero su eficacia a largo plazo los respalda.

En términos económicos, los puentes resultan más baratos al principio. No obstante, al necesitar mantenimiento o sustituciones, su coste total puede superar al del implante, que aunque más caro de entrada, demanda menos cuidados posteriores. Finalmente, en lo que respecta a estética y funcionalidad, ambos tratamientos ofrecen buenos resultados. Sin embargo, los implantes brindan una sensación más natural y no interfieren con los dientes vecinos, lo que mejora la experiencia del paciente al comer, hablar o sonreír.

¿Cuándo el puente dental es una buena opción?

El puente dental continúa siendo una alternativa válida en diversas situaciones clínicas. Resulta especialmente útil cuando las piezas dentales vecinas están dañadas o ya presentan coronas, facilitando así su integración.

También se considera una opción adecuada si el paciente no dispone de suficiente hueso para colocar un implante y prefiere evitar procedimientos quirúrgicos.

Este tratamiento es elegido con frecuencia por quienes buscan una solución más económica y con un proceso más corto en comparación con los implantes.

En pacientes con condiciones médicas que impiden realizar cirugías orales, el puente ofrece una vía segura para recuperar la funcionalidad y estética dental sin comprometer la salud general.

Optar por la personalización

Cada tratamiento dental debe adaptarse a las necesidades específicas de cada persona, por lo que es crucial confiar en una clínica con amplia experiencia y tecnología avanzada. En Clínica Dental Calma se llevan a cabo estudios completos que incluyen escáneres 3D, radiografías digitales y valoraciones desde distintas especialidades. Esto permite diseñar soluciones totalmente personalizadas, ya sea mediante implantes dentales o puentes.

El equipo de profesionales de Calma ofrece un acompañamiento constante al paciente, cuidando cada detalle del proceso para asegurar resultados precisos y confortables. Su área de implantología destaca por aplicar un enfoque integral que combina estética, funcionalidad y salud bucodental, lo cual posiciona a la clínica como un referente en este tipo de tratamientos.